Corte de apelaciones Rancagua

Región de O’Higgins registra aumento de denuncias de abusos sexuales en el trabajo en los últimos cuatro años

El sobreseimiento en dos de las cuatro denuncias por abuso sexual formuladas en contra del juez de garantía de Rancagua, Luis Barría Alarcón, y la acreditación de los hechos en los otros dos casos, puso sobre la mesa una situación que, a juzgar por las cifras que maneja la Dirección del Trabajo, no es aislada. En el caso de la Región de O’Higgins, el número de casos de denuncias por este tipo de agresiones ha venido en aumento desde 2017, año en que se registraron 15 acusaciones por abusos sexuales en el ámbito laboral. En 2018 y 2019 las cifras se elevaron a 18 y 19 acusaciones, respectivamente, llegando a noviembre de 2020, en plena pandemia, a 23 casos.

A nivel nacional, las regiones que concentran la mayor cantidad de denuncia por abusos sexuales en el trabajo son la Metropolitana, con 782 acusaciones entre 2017 y noviembre de 2020, seguida de la Región de Valparaíso, con 200 denuncias, las que juntas representan el 52% del total de las acusaciones por este tipo de agresiones. Como contraparte, la Región de Aysén es la que figura con menos denuncias, con solo 12 casos en los últimos cuatro años.

Según un informe del Departamento de Estudios de la Dirección del Trabajo, la actividad económica que concentra las mayores denuncias es Comercio al por mayor y menor, reparación de vehículos automotores y motocicletas, con 318 casos en ese lapso, seguida de Actividad de servicios administrativos y de apoyo, con 314 denuncias, y Actividades de alojamiento y de servicio de comidas, con 168 incidencias. Las ramas económicas con menos denuncias, en tanto, son Suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado, con solo 5 acusaciones, y Actividades inmobiliarias, con 8 menciones.

Para la experta en prevención de abusos sexuales y directora ejecutiva de Praesidium Chile, Ximena Schencke, este mayor número de denuncias es el reflejo de que las personas se están atreviendo a acusar y tomar medidas para sancionar al victimario, lo que “es una muy buena noticia porque hace mucha falta poder transparentar las reales cifras de este delito en Chile, el que por razones culturales había sido tradicionalmente ocultado por parte de las víctimas”.

La especialista agrega que los abusos sexuales en el ámbito laboral, es decir a personas mayores de edad, “demuestra que no es necesario que seas un menor para que te vulneren en tus derechos. Todos somos vulnerables en algún aspecto de nuestras vidas, y en el caso de las mujeres acosadas muchas veces se trata de personas que necesitan de su trabajo porque son jefas de familia, circunstancia que es aprovechada por el victimario”, sostiene.

Agrega que las empresas y organizaciones modernas deberían tener programas y protocolos destinados a generar una cultura de seguridad al interior de las mismas. “Para construir ambientes seguros se requieren herramientas adecuadas y conocidas por todos. En materia de abusos sexuales, la prevención sí es posible”, sostiene Schencke, agregando que, además del enorme daño personal de por vida que estas agresiones provocan en las víctimas, una sola acusación de este tipo puede llevar a una empresa a la quiebra.

“En Chile, prácticamente no existen empresas que tengan implementados protocolos para evitar la ocurrencia de abusos sexuales, no así en Estados Unidos o Europa, donde ya existe una cultura de seguridad que considera fundamental que este tipo de organizaciones cuenten con programas de prevención en estas materias”, concluye.