Agricultores franceses visitaron INIA Rayentue en la Region de OHiggins

Agricultores franceses visitaron INIA Rayentué en la Región de O’Higgins

De muy interesante fue calificada, por los agricultores franceses, que en dos grupos visitaron el jueves 14 y miércoles 27 de enero, el Centro Regional de Investigación Agropecuaria, INIA Rayentué, con el fin de conocer el trabajo que profesionales del INIA están desarrollando en fruticultura y especialmente en mejoramiento genético de cerezos.

Los agricultores, que en total sumaron 45 personas, fueron atendidos por los profesionales José Manuel Donoso y Gamalier Lemus, respectivamente, quienes en terreno mostraron y explicaron los alcances del programa chileno de mejoramiento genético del cerezo, que es ejecutado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA, con el  cofinanciamiento de Innova Chile Corfo.

Agricultores franceses  visitaron INIA Rayentue en la Region de OHigginsGamalier Lemus, especialista en fruticultura y líder del mencionado programa a nivel nacional, señaló que esta iniciativa busca el desarrollo genético de la primera cereza chilena y para ello se han implementado ensayos en las regiones de Coquimbo, Metropolitana y de O’Higgins, considerando las ventajas que tienen estas zonas para el cultivo de esta especie.

Tanto Lemus como Donoso explicaron a los visitantes que lo que se busca es solucionar problemas productivos locales como son ampliar el período de cosecha, extender la zona de cultivo hacia el norte del país y disponer de variedades con una excelente poscosecha, que permita llegar con una fruta de calidad a los cada vez más distantes y exigentes mercados internacionales.

Para ello, se establecieron las primeras plantaciones el año 2009, tras un plan de cruzamiento utilizando parentales de interés, de los cuales, a la fecha se han obtenido cerca de 19 mil árboles, los cuales están todos en evaluación. El proceso de descarte es rápido, pues se buscan características específicas en base a las necesidades del programa.

El INIA ya tiene algunas selecciones promisorias, que podrían convertirse a futuro en las primeras variedades chilenas de cerezas con las características que el mercado internacional y nacional requiere. Cada año se ingresan a evaluación  alrededor de 2.000 nuevos segregantes, de un total de 11.000 ya en evaluación.

Lemus explicó además, que de acuerdo con los objetivos del programa, las características que debieran  tener las cerezas chilenas son:

  • Variedades más tempranas y más tardías que las existentes, con el fin de para ampliar el abanico de oferta.
  • Cerezos de bajo requerimiento de frío, para ampliar hacia Coquimbo la superficie apta para su cultivo.
  • Frutos con un comportamiento de post-cosecha compatible con un viaje de más de 30 días, para llegar en buenas condiciones a los mercados más distantes.
  • Uniformidad en el calibre y de color rojo o caoba para satisfacer la demanda del mercado.

Las primeras variedades chilenas, como resultado de este programa, se esperan para el año 2020 y con esto aseveró Gamalier Lemus, Chile dejaría de depender de programas de mejoramiento genético del Hemisferio Norte, lo que significaría un hito para el mercado mundial.