En la región de O’Higgins, los investigadores tailandeses, Pitipong Thobunluepop, Narongchai Pipattanawong, y Artit Pongtip, acompañados de los profesionales del INIA, Fernando Ortega, Iván Matus y Christian Alfaro, visitaron, el miércoles 12 de diciembre, el Centro Experimental INIA Hidango, oportunidad en que los profesionales, dieron a conocer los alcances del proyecto quínoa que el Instituto está ejecutando en la región.
Asimismo, durante el segundo día, se realizaron visitas al predio de la familia Araneda, en el sector de Cáhuil, comuna de Pichilemu, donde fueron recibidos por la agricultora Lucía Araneda, quien junto con mostrar los cultivos, explicó el proceso de escarificado de la quínoa en la planta que mantiene en su predio.
Por la tarde la delegación se trasladó hasta la comuna de Paredones, para visitar la empresa productora y distribuidora de Quínoa, Promauka, donde fueron recibidos por el gerente comercial y gerente técnico, Rodrigo y Enrique Pizarro, respectivamente, además de Miguel Guerra, jefe de planta procesadora. Lugar en el que conocieron las instalaciones de la empresa y los procesos que se llevan a cabo, como son limpieza, selección, escarificación y envasado de la quínoa. Luego de esto la comitiva visitó un predio cultivado con quínoa, en la comuna de Lolol.
De esta forma finalizó la gira, de la delegación tailandesa, por la región de O’Higgins, para continuar viaje a la región de Ñuble, donde al día siguiente visitaron el Centro Regional de Investigación INIA Quilamapu; las unidades demostrativas de riego en quínoa establecidas, a través del Programa nacional de mejoramiento de quínoa, en el Centro Experimental, INIA Santa Rosa.
Según explicó, Iván Matus, la visita de los investigadores tailandeses forma parte de un convenio de colaboración suscrito, en el año 2012, entre Chile y Tailandia con la participación de INIA, la Universidad de Kasetsart , la Fundación Proyecto Real y la Embajada de Chile en ese país. Cuyo fin es apoyar al país asiático en la introducción del cultivo de quínoa, enfocado a favorecer a los agricultores de bajos recursos, especialmente en la zona norte, dándoles una posible alternativa de cultivo con un alto valor nutricional.
Matús señaló además, que “este convenio lleva seis años con muy buenos resultados, donde, si bien el cultivo de la quínoa en Tailandia aún no es a nivel comercial, es una muy buena alternativa alimentaria para su población”.