Demolición de Villa Cordillera causa satisfacción entre vecinos del sector

Demolición de Villa Cordillera causa satisfacción entre vecinos del sector

Con el rugir del motor de la maquinaria y el brazo mecánico que rompía el cemento como si fuera un simple cartón, comenzó la demolición definitiva de las siete torres de la Villa Cordillera de Rancagua que habían quedado pendientes tras el terremoto del 27 de febrero de 2010.

Así lo explicó el director de Serviu O’Higgins, Víctor Cárdenas, al decir que “éste era uno de los compromisos que habíamos asumido con la comunidad y también para ir dando término al proceso de reconstrucción del 27 de febrero de 2010, pues éstas fueron torres que habían quedado sin demoler y, por diversas situaciones, fueron ocupadas por distintas familias”.

El director de Serviu añadió que “hoy estamos avanzando paulatinamente en la demolición de estas últimas siete torres y esperamos poder concluir en los próximos días. Sin duda que era una demanda altamente sentida por la comunidad y esperamos que para ellos sea también una buena noticia”.

Raúl Molina, presidente de la Junta de Vecinos de Villa Cordillera, corroboró lo planteado por Cárdenas y enfatizó que “estamos muy felices. Al fin se logró esto porque estábamos bastante desesperados, ahora ya llegó lo definitivo y estamos contentos como población. Por fin nos vamos a poder desligar de perros, basura, un montón de cosas que no son agradables para la población, y obtener mayor seguridad ciudadana, que era el problema más grave que teníamos”.

El vecino espera que “ojalá se construya algo positivo para la población, para el sector. Nosotros queríamos un jardín infantil, pero se construyen por la cantidad de gente que hay en el sector y aquí hay uno cerquita en Uruguay, entonces no sería posible. Carabineros tampoco, porque hay uno cerquita y creció la Subcomisaria de Diego Portales. Lo que sí nos gustaría bastante es un cuartel de la PDI”, enfatizó.