Infraestructura necesaria para potenciar la Región

Columna-de-Opinion


CChC René Carvajal GuerreroLa responsabilidad de trabajar para el crecimiento de la región y el país es obra de todos. Tenemos que colaborar y trabajar unidos para crecer más y ser una mejor nación, y a eso es a lo que apuntamos como gremio de la construcción. Pero no siempre las inquietudes o desafíos planteados son implementados, porque hay otros factores políticos. Se echa de menos hechos concretos que permitan mejorar las confianzas y en esto el Ejecutivo tiene un rol clave, tanto en ir despejando incertidumbres que muestren una visión profunda de cómo podemos mejorar el crecimiento, como en ir terminando con incoherencias regulatorias y muchas otras variables que se pueden trabajar para facilitar la inversión y lograr más crecimiento.

Nos interesa que se tome real conciencia de las necesidades de infraestructura, porque contar con estas obras es clave para el desarrollo y la competitividad del país, pero también para el bienestar de las personas, pues mejoran nuestros barrios, nuestras ciudades, nuestro entorno. Y es precisamente por este inmenso impacto que necesitamos que la infraestructura sea gestionada  como una política de Estado, de largo plazo, y que exista la institucionalidad adecuada para ello.

El caso de la ruta 66, Carretera de la Fruta, es un claro ejemplo de que las cosas no se han hecho bien. Este emblemático proyecto, que lleva cerca de 20 años en discusión, consiste en el mejoramiento y conservación de aproximadamente 138 km de vialidad interurbana, iniciándose en el cruce con la ruta 5 Sur (sector Pelequén) en la región de O’Higgins, pasando por el sector de Alhué (región Metropolitana) y finalizando en el Puerto de San Antonio en la región de Valparaíso. Todo esto permitirá optimizar la conexión de uno de los principales corredores de transporte de productos agrofrutícolas, hacia los dos más importantes centros portuarios del país, Valparaíso y San Antonio. El proyecto, ha sufrido varias modificaciones y hace siete años se postergó al no lograr ser adjudicado. Luego, hace dos años se diseñó otro trazado que también fue desestimado, pues pasaba por zonas pobladas.

En esta línea, el gremio propuso seis medidas para que se materialicen las inversiones requeridas en Chile en materia de infraestructura: identificar con anticipación proyectos críticos o complejos, invertir adecuadamente en estudios de diseño e ingeniería, licitar y construir los proyectos en los plazos requeridos, potenciar la alianza público-privada (concesiones), crear mecanismos que aseguren la disponibilidad de recursos e implementar un marco institucional moderno para gestionar esta área.

Pese a los avances logrados, la comparación internacional muestra que como país aún debemos hacer fuertes inversiones para mejorar la oferta vial. Ya sea porque esta impacta positivamente áreas específicas –como turismo y logística– porque nos hace más productivos o porque todo ello favorece nuestra competitividad.

René Carvajal G.
Presidente
Cámara Chilena de la Construcción Rancagua