Chile presenta grave atraso en infraestructura

Columna-de-Opinion


CChC René Carvajal GuerreroNuestro país requiere una inversión de U$ 151.417 millones para evitar que aumenten los déficits en materia de infraestructura en los próximos diez años.

Desde embalses que pretenden enfrentar la dura sequía en el norte, hasta mejores puertos y aeropuertos que conectarán al Chile austral. Existen proyectos que aplacarían algunas de las necesidades más urgentes de las distintas regiones, para contribuir al desarrollo y bienestar de cada habitante del país.

Cada familia, comunidad y negocio, del tamaño que sea, necesita de la infraestructura para progresar. La cual está presente, tanto en los aspectos más sencillos de la vida cotidiana, como en los grandes desarrollos económicos e industriales. Es primordial para contar con un servicio de agua potable ininterrumpido; para tener calles más seguras gracias a la energía eléctrica y al alumbrado público; para contar con carreteras libres de congestión; para el funcionamiento de la gran minería y suministrar de riego a los predios agrícolas.

Así lo revela el informe “Infraestructura Crítica para el Desarrollo (ICD)”, preparado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), enfocado en el período 2016-2025.

El ICD (que se elabora desde 2002) analizó 12 dimensiones, agrupadas en tres ejes estratégicos: Infraestructura que nos sostiene o basal (Recursos Hídricos, Energía y Telecomunicaciones), Infraestructura que nos conecta o logística (Vialidad interurbana, aeropuertos, puertos y ferrocarriles) e Infraestructura que nos involucra o social (Vialidad y Transporte Urbano, Espacios Públicos, Infraestructura Educacional, Hospitalaria y Penitenciaria).

Las áreas que mayor inversión requieren son Transporte Urbano, con U$ 54.020 millones, Telecomunicaciones, con U$ 26.346 y Vialidad Interurbana con U$ 20.198 millones.

Es primordial que se tome conciencia de las insuficiencias de infraestructura porque contar con estas obras es clave para el progreso y la competitividad del país, pero también para el bienestar de las personas.

En la región de O’Higgins, uno de los proyectos clave es la Ruta G-66 o Camino de la Fruta, desde su conexión con la Ruta 5, en Pelequén, hasta el acceso al puerto de San Antonio, en una extensión de 138 kilómetros. Son necesarios U$ 420 millones para optimizar la conexión de uno de los principales corredores de transporte de productos agro frutícolas, hacia los dos más importantes terminales portuarios del país, Valparaíso y San Antonio.

Según el ICD, hacer las inversiones necesarias para, en 10 años, cerrar el déficit en infraestructura pública provocaría que en el corto plazo aumentara el PIB del país hasta un crecimiento anual cercano a 6%.

Tenemos una urgente necesidad de modernización, y una enorme oportunidad para detener la pérdida de competitividad del país y cimentar su desarrollo a largo plazo. Es clave forjar una alianza entre el sector público y privado para hacer de esta visión una realidad, creando un sistema de infraestructura de primera clase para Chile, que sea su fuente de prosperidad.

Impulsar el desarrollo de nueva infraestructura debe ser una estrategia del Estado que haga realidad el futuro que soñamos como nación. Porque Chile somos todos y lo construimos todos.

René Carvajal Guerrero
Presidente
Cámara Chilena de la Construcción Rancagua