Alberto Ortega Jiron Defensor Regional de OHiggins

Las libertades condicionales según los alarmistas

Columna-de-Opinion


Nos pasamos muchas horas con los niños y como niños frente el televisor disfrutando de ese programa de humor y educativo llamado “31 Minutos”, títeres ingeniosos que por cierto, con algún grado de humor negro, critican también los defectos de la sociedad chilena.

Su periódico es genial “El Alarmista” de Titirilquén. Si usted tiene un rato de ocio mírelo en la página oficial de 31 Minutos. Sus portadas y bajadas de noticia son calcadas a los matutinos santiaguinos, tabloides que al parecer han perdido ya la vergüenza al momento de desinformar y hacer de la alharaca sin sustancia, su método de venta y subsistencia.

Lamentablemente, el amarillismo y la interpretación insidiosa de la noticia, ya no es solo un defecto de los diarios capitalinos, estos con los años también infectó a los canales de televisión que algo de pudor y profesionalismo los caracterizaba en el pasado.

Qué decir de nuestras queridas radios que antiguamente informaban con tintes ideológicos rojos o negros lo que acontecía, pero informaban. Actualmente las oímos competir en quien contrata al más agresivo y mordaz opinólogo, que no solo expresa una noticia sino que además hace críticas sobre lo que no sabe y profetiza un terrible devenir sobre absolutamente todo y – por cierto – asegura en todo la existencia de intenciones oscuras.

En fin, el estado de la realidad chilena actual es deprimente, los casos de corrupción y la falta de ética de políticos, empresarios, curas, militares y ciudadanos comunes y corrientes es pan de cada día.

Pero por lo mismo, uno debiera pedir un poco de profesionalismo, como en el caso del tratamiento a la noticia sobre las libertades condicionales otorgadas a personas condenadas en el sistema carcelario nacional.

¿Se han entregado estadísticas sobre los porcentajes de sujetos que recibieron el beneficio y volvieron a delinquir?, ¿Se ha dicho acaso a la población que las libertades condicionales son tan antiguas como el sistema penal mismo y además una práctica mundial y que las mismas se entregan sobre la base de requisitos establecidos por la ley?, ¿que en Chile se entregan menos de las que deberían ser otorgadas en base a criterios de populismo penal, esto es, porque algunos jueces temen el que dirán los medios?.

Pero la vara para criticar este beneficio y en especial a las otorgadas en la jurisdicción de Valparaíso es que fueron entregadas en contra del parecer de Gendarmería y que algunos de los beneficiados han vuelto a delinquir.

Al igual que al padre Luis Escobar, permítanme poner en duda la calidad de esos informes de Gendarmería sin ánimo de ofender a sus profesionales, pero ellos en estos informes imponen requisitos que la ley no contempla y además nadie tiene la bola de cristal para predecir cómo se comportará ningún ser humano en el futuro, pues usted o yo podemos cometer un delito pasado mañana.

La mayor vulgaridad en el análisis es la que profesan esos diarios, canales y radios (copias del alarmista de Titirilquén) en que desean crear una realidad general en base a casos particulares. Que dos o cien sujetos volvieron a delinquir en un universo de 20 mil no es razón suficiente para criticar el mecanismo de las libertades condicionales y menos decir que no deben otorgarse nunca. Si fuera por eso, este país completo debería estar rodeado de un muro con cerco eléctrico ya que los nacionales todos deberíamos responder por los delitos y errores cometidos por los demás.

Debemos esperar un año para recién saber el resultado de la apuesta de los jueces de Valparaíso, en lo personal creo que será exitoso en términos de reinserción social o bien (no lo creo) puedo equivocarme, pero eso solo lo dirán las estadísticas frías y no la chacota del alarmismo mediático.

Alberto Ortega Jirón
Defensor regional de O’Higgins