Fernando Vera Liderazgo y gestion

Liderazgo y gestión

Columna-de-Opinion


Introducción
El liderazgo y la gestión son dos prácticas comunes en la organización. La gestión se refiere a un conjunto de procesos que se implementan para hacer que la organización funcione. Estos procesos se relacionan con la planificación, el presupuesto, la definición de trabajos y funciones, la evaluación del desempeño y el seguimiento de proyectos. Por su parte, el liderazgo es muy diferente. Tiene que ver con alinear a las personas con la visión, que significa motivar e inspirarlas a actuar.

Ahora bien, si en una organización todo funciona bien, entonces esto se debe a que existen buenos líderes y buenos gestores (directivos o gerentes, según sea el caso). En otras palabras, el liderazgo y la gestión van de la mano.

Por ejemplo, si una organización tiene como meta implementar un proyecto, esta acción es una técnica de gestión. Sin embargo, es el líder quien sabe reconocer la importancia y espíritu del proyecto y debe lograr inspirar a todos quienes se embarquen en él. Asimismo, planteará nuevas formas de pensar y conseguir los objetivos del proyecto, pues el liderazgo siempre implica cambios. Sin un líder, el proyecto podrá igualmente implementarse, pero todos seguirán actuando de la misma forma como siempre lo han hecho, sin comprender el núcleo o esencia del proyecto. Es el líder quien marca la gran diferencia.

La paradoja está en que el líder y el gestor son muchas veces la misma persona, quien, por una parte, debe ser capaz de lograr un equilibrio entre lo establecido (normas, reglamentos, procedimientos, etc.) y, por la otra, hacer lo que más lo mueve y apasiona: el cambio (innovaciones, transformaciones, nuevos modelos, etc.). Adicionalmente, esta persona deberá contar valor (enfoque cuantitativo) y crear valor (enfoque cualitativo). También deberá ser capaz de construir círculos de poder, que lo ayuden con la alta dirección, y círculos de influencia, que lo ayuden con sus colaboradores, quienes, eventualmente, se transformarán en el proceso, llegando a ser sus seguidores.

Papel e importancia del liderazgo en la organización
El éxito de cualquier emprendimiento organizacional depende esencialmente de un buen líder, pero encontrar buenos líderes, es un tema complejo para muchas organizaciones. Según las nuevas tendencias en liderazgo, se plantea que hoy las organizaciones requieren líderes innovadores, personas capaces de adelantarse a los demás y sin temores a romper con el status quo, personas que puedan interactuar con otros, independientemente de su lengua, personas capaces de modelar con el ejemplo y de inspirar a los demás con sus acciones. Pero,  estas personas no abundan en las organizaciones latinoamericanas.

Hoy en día, las organizaciones de todo tipo están transitando por una serie de cambios. Para ello necesitan personas que sepan cómo gestionar y articular las acciones derivadas de dichos cambios. Allí surge la figura del líder, quien, sin importar la autoridad y poder que oficialmente le entregue la organización, es capaz de transformar a los demás por inspiración, persuasión y  conexiones personales. Es más, no es necesario tener una posición de poder (alto ejecutivo, presidente, etc.) para ser líder (Roebuck, 2000).

Entonces, podemos decir que el liderazgo en la organización, es el proceso mediante el cual alguien logra que suceda un cambio importante. Por tanto, el líder es quien provoca transformaciones, hace reflexionar a los demás, logra que estos se involucren y gatilla todo tipo de reacciones humanas. Se trata de una persona con muchas capacidades y habilidades, que puede trabajar bajo presiones internas y externas y que logra ver las situaciones problemáticas desde diversas perspectivas, siempre buscando una oportunidad para aprender y mejorar.

Por otra parte, casi todos hemos estado a cargo de un grupo de personas en algún momento, bien sea como parte de nuestras funciones cotidianas, por periodos específicos u ocasiones especiales. Lo que es seguro, todos hemos tenido que colaborar alguna vez con un jefe, un supervisor o un coordinador. Y algunos hemos sentido la diferencia entre trabajar con alguien que sentimos como líder y otro que vemos como jefe.

Entonces, el líder es aquella persona capaz de influir extraordinariamente en los demás. En términos simples, es la persona que es distinta a los otros; que se impone o sobresale en algún ámbito y cuya opinión es valorada y respetada dentro de un colectivo humano. Así, el liderazgo no tiene que ver con la posición jerárquica que ocupemos. El líder, sin disponer necesariamente de un cargo, tiene también la capacidad de decidir la actuación de un grupo, simplemente a través de la influencia que ejerce, que viene determinada por la autoridad moral que tiene sobre las personas con quienes se relaciona.

Más concretamente, podemos decir que el liderazgo es cierta influencia diferencial, que supera el mero uso de la posición y que constituye a quien lo ejerce en sujeto diferenciado, pues es capaz de sobresalir y lograr despertar la motivación y admiración de los demás. Esto supone que para ser líder hay que tener un algo más que los otros: carisma, personalidad, conocimientos especializados, autocontrol, ideas, etc., que influyan y sean considerados como intangibles valiosos por sus seguidores.

Ahora bien, en el ámbito de la organización, el rol del líder es guiar el potencial humano para lograr las aspiraciones organizacionales de tal manera de liberar más que restringir su imaginación y juicio. En este sentido, para ser efectivo, eficiente y extraordinario, el líder debe satisfacer cuatro componentes: propósito, conocimiento, autoridad confianza. Estos cuatro componentes están estrechamente interrelacionados, por lo que no podemos visualizarlos como elementos aislados. Veamos brevemente de qué se trata cada uno:

  • Propósito – El líder razona y actúa en función de los propósitos organizacionales, lo que le otorga foco y consistencia a su discurso.
  • Conocimiento – El líder tiene el conocimiento necesario para juzgar y actuar con prudencia. Pero, lo más importante, debe ser capaz de compartirlo con el resto de los miembros de la organización.
  • Autoridad – El líder tiene el poder para tomar decisiones y actuar, pero reconoce que aquellos involucrados y que se vean afectados por tales decisiones, tienen la capacidad de contribuir hacia las metas comunes.
  • Confianza – El líder inspira y es el depositario de la confianza, a través de toda la organización. Sin confianza, ni conocimientos, es imposible ejercer autoridad.

Consejos del Coach
Si deseas ser un líder efectivo, debes tener una dirección disciplinada. Para ello, proponemos los siguientes consejos prácticos:

  1. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Esto significa no caer en la mala práctica de la prórroga. Uno de los primeros desafíos de una vida disciplinada es desafiar y eliminar toda tendencia a presentar excusas.
  2. Siempre concluye todo lo que empiezas. No es una buena idea emprender algo y luego dejarlo, sin causa alguna. Todo negocio tiene sus recompensas para quienes perseveran.
  3. Comprométete sólo en la medida de tus posibilidades. Si no eres capaz de hacer algo, simplemente sé honesto y di “no puedo”.
  4. Concéntrate en los resultados. Si te concentras en las dificultades del trabajo, en lugar de hacerlo en los resultados o en las compensaciones, es probable que te desalientes.
  5. Sé consciente de tus limitaciones. La mayoría de los líderes tienen capacidades y habilidades específicas, pero no pueden ser buenos en todo. Un líder efectivo reconoce sus limitaciones y sabe a quién recurrir para suplirlas.

Fernando Vera
Doctor en Ciencias de la Educación
Consultor Educacional y Organizacional
Sitio web: fernandovera.cl