Plan de Descontaminación Atmosférica para el Valle Central de la Región de O’Higgins

Columna-de-Opinion


cchc Pablo Marambio BarreraEl 5 de Agosto del año 2013 se publicó en el Diario Oficial el Decreto Supremo 015 del Ministerio del Medio Ambiente, el cual había sido promulgado algunos meses antes en mayo del mismo año. Después de años de análisis y diversos estudios, finalmente este “Plan” vio la luz estableciendo un camino, procedimientos y metas a cumplir para avanzar en este anhelo de tener un “valle central” menos contaminado. Pero también y de forma muy creativa propone educar y establecer nuevas y mejores prácticas productivas y recreativas más compatibles con el desarrollo sustentable de nuestra Región.

Este instrumento de gestión ambiental tiene por objetivo general lograr que en la zona saturada, se dé cumplimiento a la norma de calidad primaria, para material particulado respirable (MP10), en un plazo de 10 años, según lo establecida en el DS Nº 59, de 1998, de la Segpres, de manera de proteger la salud de la población.

El Plan es bastante completo y establece muchas tareas y metas en diferentes áreas, tales como: acuerdos de producción limpia con asociaciones de empresarios, mejoramiento de  calidad de la leña, subsidios para el recambio de calefactores, mejora de prácticas productivas en la agricultura, cambio de los sistemas de calefacción en las oficinas públicas, y en particular en su artículo 10 explicita que durante la vigencia del presente decreto, la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de la Región deberá entregar “al menos 6.000 Subsidios para Acondicionamiento Térmico de las viviendas existentes”, a través, del programa de Protección del Patrimonio Familiar.

Este programa de subsidios de acondicionamiento térmico tiene muchas ventajas y es uno de los ejes centrales del plan de descontaminación atmosférica, ya que el propio diagnóstico del plan estableció que un 67% de la contaminación proviene de la quema de leña para calefacción de hogares. Pero sus efectos positivos no sólo alcanzan este aspecto, el ahorro en calefacción y aire acondicionado, la mejora de los ambientes interiores, la eliminación de contaminación intradomiciliaria y sus efectos en la salud, entre otros, son los enormes aspectos positivos de esta iniciativa, y en ese sentido parece de primera importancia ampliar la cobertura de este plan, de manera de alcanzar un porcentaje significativo del parque de viviendas construidas.

Independientemente de si esta meta de 6 mil subsidios, es ambiciosa o no lo es tanto, la pregunta que queremos hacernos es: ¿Cómo vamos al respecto?.

A estas alturas estamos en el cuarto año de implementación del programa, que se inició para efectos de la contabilidad pública, el 5 de Agosto del 2013.

Desde esa fecha hasta diciembre de 2016, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ha entregado 1.042 subsidios PDA de este tipo, y para este año tiene considerado financiar otros 500, lo que da un total de 1.542 para estos primeros cuatro años. Esto significa que para cumplir la obligación mínima impuesta por esta meta se deberían asignar en los próximos 6 años un total de 4.458 subsidios. Lo que da un promedio de 754 subsidios por año durante el próximo sexenio.

Mientras ya se anuncian en prensa los primeros episodios críticos ambientales, la pregunta que nos hacemos es por qué esperar más tiempo para avanzar en forma creciente, en vez de estar reduciendo el ritmo que se había instalado en los dos primeros años efectivos del programa, habría definitivamente que aumentarlo con mayor audacia. (Se entregaron 456 subsidios en 2015 y 586 subsidios en 2016, mientras que para este año se consideraron sólo 500).

Finalmente, también cabe preguntarse si con estos 6.000 subsidios que constituyen la cuota mínima propuesta por el Plan para las 17 comunas involucradas del valle central, se estará abordando una parte significativa del parque construido de viviendas que se deben mejorar y cuyo objetivo de mejoramiento, además, está inserto en los planes de vivienda desde que se creó el Decreto 255 de mejoramiento del patrimonio familiar.

Si necesitamos avanzar en descontaminación, ahorro energético y confort en las viviendas, entonces el ritmo de subsidios para el mejoramiento de viviendas debe aumentar, para que en 10 años se pueda llegar al 50% del parque que es necesario mejorar.

Pablo Marambio Barrera
Presidente Comité de Vivienda e Inmobiliario
CChC Rancagua