Durante el mes de octubre se iniciará en la Junta Nacional de Jardines Infantiles – JUNJI – el proceso de inscripción de niños y niñas que ingresen a la educación inicial el año 2024. En la región de O’Higgins actualmente en funcionamiento existen 31 Jardines Clásicos de Administración Directa, 78 Jardines infantiles de modalidad Alternativo y más de 100 jardines Vía Transferencia de Fondos – VTF administrados por los municipios. Con presencia en las 33 comunas de la región, la JUNJI recibe niños y niñas desde los 84 días hasta los 4 años, para entregar bienestar y educación de calidad.
Constantemente escuchamos: ¿Es necesario que los niños y niñas asistan a estas unidades educativas? La respuesta es Si. En esta etapa formativa, el cerebro puede crear más de un millón de conexiones neuronales nuevas por segundo, por lo que la posibilidad de contar con espacios educativos enriquecidos, que potencien la capacidad de asombro, el goce a través del juego, el compartir con otros/as en espacios bientratantes y recibir educación de calidad resulta fundamental para el desarrollo integral.
Marjorie Alzamora, directora regional de JUNJI O’Higgins, señala que: “Debemos dejar de ver los jardines infantiles como una guardería, si bien, son espacios que facilitan las labores de los padres, el jardín infantil es mucho más que eso. Es en estos espacios donde las niñas y niños aprenden a socializar, a trabajar en equipo, a desarrollar su lenguaje, sus habilidades y a prepararse para el inicio de la etapa escolar”.
Por otra parte, Mariela Yáñez, subdirectora de Calidad Educativa, destaca que: “El período más significativo en la formación de una persona se da en la etapa de la educación inicial; por lo tanto, la calidad de los ambientes es sustancial para el desarrollo de sus capacidades físicas, sociales, emocionales, cognitivas y de lenguaje. De esta manera, los primeros años de vida constituyen las bases formativas del ser humano, las que se desplegarán, consolidarán y perfeccionarán en las siguientes etapas. En consecuencia, si los niños y las niñas no cuentan con entornos protectores y enriquecidos donde las familias y equipos educativos cumplen un rol protagónico, estarán perdiendo oportunidades de desarrollo y aprendizaje”.