Cambios en el aula. Hace algunas semanas se conmemoró el Día de la Técnico de educación parvularia en reconocimiento al trabajo de las funcionarias que se desempeñan en salas cunas, jardines infantiles y escuelas, que históricamente han quedado en el anonimato y con un rol relegado a cumplir labores de asistencialismo con las niñas y niños. Sin embargo, comienzan a haber transformaciones importantes.
Fundación Educacional Oportunidad, ha implementado desde hace 12 años, en la región de O´Higgins su Programa y Red Un Buen Comienzo, buscando fortalecer la educación parvularia. Dentro de su aporte al desarrollo profesional docente y directivo, ha entregado a las técnicos en párvulos formación y acompañamiento. Esto ha permitido que actualmente lideren proyectos pedagógicos y conformen redes de aprendizajes, lo que constituye un verdadero cambio de paradigma y da paso a la innovación pedagógica.
Según Perla Chávez, jefa del programa y Red de Mejoramiento Un Buen Comienzo de Fundación Educacional Oportunidad, el rol pedagógico de la técnico en párvulos es muy relevante en la modernización de la educación parvularia. “Para ello es fundamental acompañarlas en un proceso formativo y sistemático en el tiempo. En nuestro programa y Red UBC, se han generado espacios, especialmente para ellas, lo que les ha permitido desarrollar un rol clave realizando importantes proyectos pedagógicos”, dice.
Nastia Fuenzalida es técnico en párvulos del Colegio Nuestra Señora de Loreto de Coltauco e integra la Red de Mejoramiento UBC desde el año 2020, donde representa a las técnicos de las escuelas de la zona. Hoy lidera un proyecto llamado «Mi diario de aventuras», que busca reforzar y desarrollar habilidades propias de los diferentes niveles de educación parvularia, desde sala cuna a kínder, involucrando a las familias en el proceso educativo.
“Llevamos un mes aplicándolo y esperamos desarrollarlo hasta noviembre para ver la incidencia del proyecto en la prueba de lenguaje, según los resultados que se obtengan. En esta etapa es relevante destacar la buena recepción y respuesta que han tenido las familias para llevar a cabo las actividades que requiere realizar la iniciativa en casa”, explica.
Y agrega: “Como líder de técnicos a nivel comunal, dentro de mi rol ha sido un desafío llevar a cabo el proyecto, ya que debo resolver las dudas de mis compañeras, orientarlas y apoyar a quienes les ha costado un poco más ponerlo en marcha. Además, he podido aprender, sobre todo, de los niveles sala cuna y medios, donde no he trabajado. Esto me ha permitido comprender las diferencias, adaptaciones y formas de trabajo con niños tan pequeños, lo que me parece impresionante y digno de admirar”.
Nastia considera que en este momento existe un empoderamiento de las técnicos y eso se ha comenzado a ver en su quehacer como “liderazgo compartido”, en relación a la educadora de párvulos. “Claramente, esto le ha dado mayor valor a nuestro rol”, afirma.
En tanto, María Paz Venegas, técnico en párvulos del Jardín Infantil y Sala Cuna Ayenhue de Coltauco menciona que eligió esta carrera motivada por personas que fueron su referente y que la llevaron a desear dejar huellas en los estudiantes desde la educación inicial. “Ha sido una experiencia laboral maravillosa y con el tiempo, he podido descubrir habilidades y talentos que desconocía”, dice.
Y agrega: “Fundación Educacional Oportunidad fue la primera que valoró el rol de la técnico en párvulos, por eso nos involucran en encuentros de capacitación para potenciar nuestra labor y entregan herramientas para mejorar el trabajo que realizamos. La fundación nos sacó del lugar asistencial para tener un rol protagónico”, advierte.
Nastia Fuenzalida añade que hoy, a través del acompañamiento de UBC, manejan distintas estrategias en el área de lenguaje. “Antes sólo asistíamos a los niños que necesitaban ir al baño, pero ahora somos capaces de hacer actividades y pasamos de ser asistenciales a “co-educadores”, somos parte del proceso de aprendizaje de los niños”, indica.